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Regalo un día de tipos deporte de aventura byggys Huesca . lto, en los cielos, sonaba el canto errante del ganso salvaje . Yrsa no comprendía por qué sus hermanos adoptivos no prestaban atención a cosas semejantes. Bueno, ella los amaba, pero eran diferentes. V —Me gustaría comprobar por mí mismo qué ha sucedido en esta tierra —dijo Helgi—, pero no creo que fuese muy bien acogido si me reconociesen. Nadie pudo apartarlo de su propósito de recorrer a pie,

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